El gentilicio es… ¿Santaelenense o Selenita?
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Amor por la palabra selenita, puede ser. Costumbre de decir selenita, también es posible. Sin embargo, para asuntos oficiales y volverse costumbre debe ser utilizado el nombre adecuado como gentilicio de Santa Elena. No es precisamente selenita, aquí les explicamos por qué. Y advertimos, no tiene nada que ver ni es una crítica a nuestro tradicional y cariñoso mercado de tantos años que lleva ese nombre, pues, ese es un patrimonio local y así lo vemos. Esta nota es sólo la sugerencia, con fundamento académico, para que se utilice para nombrar a los habitantes de Santa Elena con el gentilicio correcto.
Pocos lugares en el mundo se llaman Santa Elena. Nuestro corregimiento tiene el privilegio de llevar el nombre de la Santa, Elena de Constantinopla, nombrada así por ser madre del Emperador romano Constantino. Ella, a pesar de su arraigo romano, se convirtió al cristianismo e influyó mucho sobre él a favor de esta religión.
Según la historia, reseñada en la Guía Turística Santa Elena, éste es un territorio muy antiguo, habitado por los indígenas Tahamíes y Aburráes hace mucho más de 500 años. “La dinámica cultural de estos asentamientos estuvo relacionada con la apertura de caminos como el de la Cuesta o Cieza de León, así como a la siembra e intercambio de productos agrícolas. La minería de oro, la extracción de sal, la caza de animales y los rituales a la naturaleza jugaron un papel primordial… Entre finales de los siglos XVII y todo el siglo XVIII, las fracciones de Mazo, Piedras Blancas fueron lugares del asentamiento inicial de lo que hoy es Santa Elena, también fueron escenarios de la explotación de minas de sal. En el siglo XIX, habitaba toda una variedad de familias con diferentes oficios, como carboneros, lavanderas y tierreros, posteriormente, a mediados de este siglo, empieza la tradición agrícola, pero es a partir de 1940 donde se da el auge floricultor del corregimiento de Santa Elena que fue fundado en 1986”.
En ningún documento se menciona, realmente, porqué el Corregimiento asume el nombre de Santa Elena y mucho menos, cuál es el gentilicio.
Dice Wikipedia que gentilicio es aquel que “denota la procedencia geográfica de las personas”. Según el Diccionario de la Real Academia Española la palabra gentilicio proviene del latín gentilitius, sustantivo que proviene a su vez de la palabra, también latina, gens. Para los antiguos romanos, la gens era la cepa, la estirpe, el linaje, se podría decir incluso que es lo que corresponde a nuestros modernos apellidos. En términos más sencillos, gentilicio es la forma como se nombran los habitantes de un lugar, por ejemplo, medellinenses, caleños, pradenses, palmiteños, bogotanos, etc.
Santaelenense, sí
Nuestro corregimiento de Medellín no es el único lugar que se llama Santa Elena. Hay varios en todo el mundo, casi todos en América Latina. Una de las 24 provincias de Ecuador, ubicada en la Costa Pacífica, con cerca de 310 mil habitantes y su gentilicio, santaelenense. Otro, Santa Elena, municipio de Yucatán, en México, con unos 4 mil habitantes y su gentilicio, elenense. Uno más, Santa Elena, en Entre Ríos (Argentina), con 18 mil pobladores, gentilicio, santaelenense. Y no podía faltar la tradicional Isla de Santa Elena, en el Océano Atlántico, frente a las costas de África, territorio británico de ultramar, conocida porque fue allí donde Napoleón Bonaparte estuvo preso desde 1815, cuando fue derrotado, hasta su muerte en 1821. En inglés, se escribe Saint Helena y realmente se llama Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña, cuyo gentilicio es santaheleno, así, con H.
¿Por qué no selenita?
Argumentos para santaelenense, todos. Para selenita, realmente no hay. En ninguno de los lugares que se llaman Santa Elena, encontramos que el gentilicio sea selenita.
Y lo más importante es que selenita realmente corresponde a los habitantes (si los hubiera) de la Luna. Según los documentos existentes, selenita se le llama al habitante imaginario de la Luna. La palabra proviene de Selene, diosa griega de la Luna. La selenita también es una variedad de mineral, en forma de cristales transparentes que, se dice, procede de la Luna y que tiene mucho parecido con los cuarzos.
El territorio dice
Y para rematar, a la ausencia de un gentilicio acuñado oficialmente para el corregimiento, se sumó que la Administración Municipal hizo caso omiso a las recomendaciones que varios líderes hicieron sobre cuál era el más adecuado para referirse a los habitantes y para utilizar en piezas publicitarias sobre el corregimiento. Los funcionarios que trabajaron a finales de 2016 el asunto de la nomenclatura escucharon la historia en la que se hacía énfasis en que era santaelenense, historia que, por un oído entró y por el otro salió, pues las piezas publicitarias salieron a la luz con la palabra selenita. Tremenda metida de patas, piensa la mayoría y hasta otros medios de comunicación del corregimiento se han pronunciado sobre el error.
Realmente la investigación, que con esta ya hemos publicado tres veces, señala que el gentilicio que debe utilizarse es santaelenense y no la alusión a los lunáticos habitantes del satélite de la tierra. Ahí les dejamos la información, juzguen ustedes.
